En una escuela de coaching el mensaje desde el día uno es claro, el coaching no es psicología, y las diferencias son estas:
Cuando alguien decide iniciar una formación como coach ya tiene algo garantizado: un enorme paso en su desarrollo personal y en convertirse en una mejor versión de él mismo, eso gran premio por si solo. El primer mensaje que recibes es que el coaching no es psicología, ¿entonces qué coño es?, ¿polvo de estrellas?. Al principio das por válido lo que te han dicho tus profesores pero basta con ponerse manos a la obra para darse cuenta de que hay psicólogos que trabajan bajo las premisas de la columna del coaching y hay coaches que incorporan gran cantidad de herramientas de la psicología. Personalmente, cuanto mas avanzo en mi formación y lecturas mas me gusta incorporar herramientas creadas por psicólogos a mis sesiones.
Para mi el coaching es solo una herramienta mas, una metodología que adquieres/aprendes y te permite ayudar a otro a alcanzar sus metas u objetivos, pero durante ese proceso hay mucho en común con un proceso de psicoterapia. La psicología por su parte la podemos entender como la ciencia que estudia el comportamiento humano y la mente, y ambas disciplinas están íntimamente relacionadas. En la psicoterapia, como en el coaching, hay varios tipos o escuelas, cada una con su enfoque y técnicas diferentes, así pues es todo un mundo.
¿Es mejor ser psicólogo y adquirir una formación en coaching que solo coach?, pues seguramente si, pero el coach tiene una ventaja si no es psicólogo, y es que su mente es mas libre a la hora de afrontar procesos al tener una mochila mucho mas ligera en su formación. Además, habitualmente, la gente que se forma en coaching son personas con un gran bagaje vital y experiencial, personas con un importante recorrido vital previo en otras áreas, uno no se decide ser coach a los 18, pero si que a esa edad empiezas a estudiar psicología, y la experiencia vital en varios campos profesionales, personales, y la edad, enriquece, no creo que haya coaches menores de 35, y si muchísimos mayores de 40 o 50.
En realidad, lo mas importante es elegir a un profesional capacitado, al que le apasione su trabajo y sea honesto, no tanto si se trata de un psicólogo o coach. En ambos gremios hay auténticos paquetes y auténticos profesionales maravillosos, es mas, creo que es bueno probar todo, medir grado de afinidad y confianza, y quedarse con el profesional con el que te sientas mas a gusto. Si no percibes entusiasmo y profundidad en el trabajo de tu psicólogo o coach, cambia!
Yo no vivo esta diferencia entre coaching y psicología como una competencia si no como una colaboración, de hecho, hay un muy pequeño porcentaje de clientes a los que los derivo a un psicólogo, a un médico de cabecera o a un psiquiatra, ¿porqué?, porque a veces detecto algún tipo de trastorno o trauma profundo que tengo clarísimo que debe de ser tratado por un psicólogo o psiquiatra, o una depresión que debe ser medicada, soy consciente de mis limitaciones en determinados campos, al igual que de mis fortalezas en mi especialidad.