Quién Soy

Me llamo Eugenio Pardo.
No soy terapeuta ni coach ni psicólogo. No encajo en etiquetas, porque lo que hago no se aprende en una formación.
Ayudo a personas que se sienten atrapadas o perdidas a tomar decisiones importantes sin quedarse paralizadas por el miedo.
Trabajo con rupturas, relaciones que se repiten, vínculos que duelen. No lo hago desde fuera, sino desde la experiencia de haber atravesado todo eso.
He tenido que reconstruirme más de una vez. No desde el drama ni la épica, sino porque no podía seguir igual.
Cada vez que lo hice, aprendí a mirar con más precisión.
No desde arriba, sino desde la verdad de quien actúa cuando algo no encaja.
No convierto mi historia en relato. No busco atención ni épica emocional.
Creo que se puede ayudar sin fingir neutralidad ni dulzura, porque detrás de eso solo hay miedo.
La honestidad no suena bonita. Suena real.
No estoy aquí por ambición profesional.
Estoy aquí para demostrar que se puede vivir sin traicionarse.
En un mundo que confunde ruido con presencia —esa marea de vídeos, reels y frases huecas—, elijo quedarme fuera.
Lo mío no busca gustar. Busca verdad.
En mis sesiones no vendo milagros ni emociones intensas.
No hago constelaciones, biodescodificación ni regresiones.
Tampoco terapias donde se siente mucho pero no se decide nada.
Aquí se trabaja con verdad, no con efecto.
Mi valor no está en un método. Está en cómo estoy delante de otro: sin pose, sin distancia, sin guión.
Sé mirar sin disfraz, escuchar sin miedo y quedarme cuando otros se apartan.
Las respuestas vienen después.
Lo que cambia algo es moverse antes.
Mi camino (si quieres entender de dónde viene todo esto)
Nada de lo que hay en Apegos Posibles lo aprendí en una escuela.
Lo aprendí perdiendo, rompiendo y decidiendo volver a empezar cuando ya no quedaba aire.
Hubo una relación que me dejó en ruinas. No por lo que pasó, sino por lo que me reveló:
que llevaba media vida amando desde la confusión y el miedo.
Esa caída me obligó a parar y a mirar sin disfraces lo que realmente sostenía mis vínculos.
Ahí empezó todo. No como búsqueda espiritual, sino como necesidad de verdad.
Leí, estudié, me expuse, probé, fallé.
Y cuando entendí que el amor no se trata de encajar sino de elegir con lucidez, nació este espacio.
No construí Apegos Posibles para explicar teorías.
Lo hice para no olvidar lo que aprendí a base de perder:
que una relación no se repara desde la carencia, sino desde la dignidad.
Hoy vivo una relación distinta. No perfecta.
Simplemente real: presencia, compromiso y cuidado mutuo.
No fue suerte. Fue consecuencia.
Por eso trabajo como trabajo.
Aquí no se viene a entenderse más, sino a dejar de mentirse.
Y si ya no puedes seguir igual, este lugar puede servirte.
No por lo que dice, sino por lo que te empuja a decidir.
¿Quieres contactar conmigo?
Ir directo
Sobre este lugar
→ Quién soy
(No es una empresa. Hay una persona detrás. Aquí puedes ver quién.)
→ Contactar por WhatsApp (+34 659 88 12 63)
(Si no lo tienes claro, puedes escribir directo. No hay robots.)
→ Fuera del Mapa
(Si quieres entender mejor desde dónde se concibe Apegos Posibles.)