El apego, una hermosa teoría psicológica
Autoría del artículo: Reflexiones de un psicólogo evolutivo. Alfredo Oliva
No tengo ninguna duda. Si tuviese que elegir la teoría psicológica que me resulta más seductora optaría de inmediato por la teoría del apego de John Bowlby. No voy a negar que otras teorías puedan tener su particular encanto, o que estén avaladas por una importante evidencia empírica, incluso que puedan mostrar una utilidad similar o mayor. Pero estamos hablando de belleza, y en ese terreno la propuesta de Bowlby tiene todos los ingredientes necesarios para llevarse el primer premio: sencillez, capacidad para explicar aspectos cotidianos, poesía y calidad narrativa en su formulación; en fin, más no se le puede pedir.
Otras teorías son más ambiciosas y tratan de representar verdaderos modelos explicativos. Y también tienen su atractivo.
- Así, el conductismo resulta muy práctico.
- El psicoanálisis tiene un gran valor literario y ha representado una fuente de inspiración para muchos artistas.
- La psicología piagetiana resultó incontestable, hasta que dejó de serlo.
- El enfoque socio-cultural siempre tuvo un empaque progresista que lo hizo muy atractivo entre determinados sectores intelectuales, aunque la mayoría de sus promesas se quedaron sin cumplir.
En cambio, la psicología evolucionista no pasa de ser una joven promesa que aún está por madurar. Podríamos citar algunos más, pero tal vez los anteriores sean los modelos que han tenido mayor presencia en la psicología del pasado siglo.
La propuesta de Bowlby nunca tuvo la categoría de modelo, ni siquiera la ambición de llegar a serlo, y es sólo una teoría que intenta explicar el origen de las relaciones interpersonales a partir de la relación afectiva que se establece entre el bebé y sus cuidadores. Al beber de la etología, la teoría del apego resaltó el carácter instintivo de este vínculo y su valor adaptativo. Sin embargo, también aportó una evidencia empírica muy sólida acerca del papel que las condiciones ambientales, en concreto la calidad de trato del cuidador, desempeñan en la forma que adopta el vínculo entre madre o padre e hijo. Bowlby propuso que dependiendo del trato materno o paterno se podían construir tres tipos de modelos de apego: seguro, inseguro ambivalente/resistente e inseguro evitativo. Su propuesta se basó, fundamentalmente, en una situación experimental denominada la Situación del extraño que diseñó con la colaboración de su colega Mary Ainsworth.
Cuando el trato es afectuoso y los padres se muestran atentos y disponibles, el menor desarrolla un modelo de apego caracterizado por la seguridad y confianza en sí mismo y en los demás. Estos niños serán afectuosos y seguros en sus relaciones, tanto con los amigos como en sus futuras relaciones de pareja e incluso parento-filiales. Apego seguro.
Si el trato recibido de los padres no es consistente, pues en bastantes ocasiones no están disponibles y atentos -una de cal y otra de arena-, aprenderán a desconfiar de los demás e igualmente se mostrarán inseguros con respecto a su propia valía personal. La desconfianza y los celos serán los rasgos más singulares de estos sujetos a la hora de establecer relaciones interpersonales. Apego inseguro ambivalente.
Por último, cuando la disponibilidad parental es escasa y los padres ignoran e incluso rechazan al menor, éste construirá un modelo basado en la autosuficiencia y la incapacidad para establecer relaciones afectivas. Serán hombres y mujeres que se mostrarán fríos y evitarán el compromiso emocional, pues se bastan a sí mismos. Apego inseguro evitativo.
Estos modelos construidos en la infancia se muestran relativamente estables, no obstante las experiencias afectivas que vayamos teniendo a lo largo de la vida tendrán la capacidad para modificarlos, tanto para aumentar nuestra seguridad como para tornarnos más inseguros.
En las últimas décadas se ha venido acumulando una importante evidencia empírica que ha otorgado mucha validez a la propuesta de Bolwby, cuyas aplicaciones se han extendido al estudio de las relaciones románticas o de pareja a lo largo de la etapa adulta. La psicoterapia basada en la teoría del apego también ha experimentado cierto desarrollo en los últimos años, y promete resultados interesantes.