5 consejos imprescindibles para superar una ruptura
Te enseñamos una serie de estrategias que te ayudarán a superar una ruptura amorosa y a llevar mejor la dolorosa experiencia de poner fin a una relación sentimental.
Superar una ruptura amorosoa no es nada sencillo, se trata de uno de los procesos más dolorosos por los que un ser humano puede atravesar.
No existen recetas mágicas y lo único que lo cura es el tiempo. Lo que si te podemos asegurar es que la gran mayoría de las personas se recuperan muy bien de una ruptura amorosa y salen reforzados de una experiencia así. Sabemos que ahora esto te sirve de poco y que piensas que el tuyo es un caso tan excepcional que ninguna otra persona antes ha estado tan enamorada como tú, pero sentimos desilusionarte, lo mismo que tú lo han pasado ya millones de seres humanos, lo superaron y avanzaron hacia relaciones más satisfactorias.
Lo que si te podemos dar es una serie de pautas que te ayudaran a llevarlo mejor mientras el tiempo hace su trabajo.
- Crea una red de apoyos
- No contactes con él o con ella
- Volver a caer. Aprende a manejar el efecto rebote
- Desactiva tu sistema de apego
- Cuídate y llena tus necesidades de apego
1. Crea una red de apoyos
Antes de plantearte una ruptura con tu pareja, o incluso al comienzo de este proceso si fue la otra persona quién rompió la relación, sería muy conveniente que contases a tu familia y amigos cómo era la relación "en realidad" y que consiguieses un lugar donde sentirte arropad@.
Es muy posible que no hayas contado con anterioridad cómo era tu relación tal y como la vivías por vergüenza o por el sufrimiento que te provoca, a todos nos cuesta mucho reconocer que nuestra relación de pareja era una fachada y que detrás de eso se escondía algo muy diferente. Es muy doloroso admitirlo y exponerlo, pero te hará un gran bien compartirlo en tu círculo cercano. Eso hará que la gente se preocupe mucho más por arroparte.
Ábrete, expresa lo que ha pasado, cuenta cómo te sentías realmente en la relación.
Las primeras semanas, e incluso meses, has de intentar juntar todo el apoyo que puedas, ya sea familia o amigos, estas mismas personas a las que les hayas contado cual era la realidad de la relación son en las que te tienes que apoyar para vencer la tentación de volver a ponerte en contacto con tu ex. Es muy importante no hacerlo al comienzo de la ruptura.
2. No contactes
Este es el consejo más fácil de decir y más complicado de cumplir para alguien inmerso en una ruptura sentimental, lo sabemos, pero debes de intentar mantenerte firme.
Necesitas parar y serenarte, date un tiempo para no entrar en contacto con la persona con la que se ha terminado la relación.
- No busques ni sigas a tu ex en las redes sociales, si puedes, borra todo rastro de esa persona (incluso el teléfono si es necesario), evita las tentaciones de saber de su vida porque solo te hará daño y tenderás a malinterpretar todo lo que leas y veas sobre esa persona.
- Alejate temporalmente de amistades comunes y familia que estén más cercanas a la otra persona.
- No frecuentes sitios comunes ni vayas a aquellos espacios compartidos que te traigan recuerdos.
Si la tentación es grande ponte pequeñas metas, por ejemplo un mes sin contacto, márcate ese objetivo en pequeños plazos, por días o semanas, escribe si lo necesitas, pero no envíes nada, guárdalo, y no llames.
Todo lo que escribas, lo envías mañana, no hoy.
Recuerda, en esta primera fase es imprescindible vencer la tremenda tentación que supondrá retomar el contacto con tu ex. No contestes ni envíes mensajes. Cuanto mayor sea la tentación, más deberás hablar con tu círculo de confianza para que te bajen a la tierra. APÓYATE EN ELLOS.
3. Volver a caer. Aprende a manejar el efecto rebote
¿Y si no solo te comunicas con esa persona sino que vuelves con ella tras haber acabado la relación?.
No te castigues, es comprensible. A volver a caer en el mismo error tras una ruptura sentimental le podemos llamar efecto rebote. Te vamos a contar porqué es tan habitual que se produzca esto.
Ha quedado demostrado mediante investigaciones científicas que cuando nos rompemos un brazo o cuando nos separamos de nuestra pareja se iluminan las mismas áreas del cerebro, parte de las reacciones que experimenta el cerebro ante la perdida de una figura de apego son similares a la del dolor físico, tu dolor es real y es lo que ocurre con la ruptura sentimental muy reciente.
Por si esto no fuese suficiente, cuando tu sistema de apego se activa, ocurre un segundo fenómeno de lo más interesante:
- Nos invaden los buenos recuerdos con la persona a la que hemos acabado!!, y milagrosamente olvidas todo lo mal que te lo ha hecho pasar. Recuerdas buenos detalles y obvias que muchos fueron para compensar sus malas actitudes previas. Tu cabeza te dice que debes irte y tu corazón que no. La razón sabe que debes marcharte, pero tu cerebro emocional puede no estar preparado para ello. Ya se encargó la naturaleza, a lo largo de miles de años, de que los circuitos emocionales que rigen nuestro sistema de apego evolucionaran de tal forma que nos costara mucho estar solos. Sin esa cualidad no hubiésemos sobrevivido como especie. Y el modo que tiene el sistema de apego que hemos desarrollado para arrojarnos de vuelta a los brazos de la persona que amamos es inflingirnos un dolor insoportable cuando nos separamos de él o de ella. El poder de un sistema de apego activado es tremendo.
¿Qué nos ocurre al volvernos a encontrar a esa persona que todavía queremos?
Myron Arms Hofer, investigador destacado de la psicobiología del apego madre-hijo, describe el fascinante descubrimiento que realizó en el curso de una de sus investigaciones.
Cuando se separa a las crías de rata de sus madres, experimentan una serie de reacciones fisiológicas: Su nivel de actividad baja y el ritmo de su corazón disminuye, al igual que su nivel de secreción hormonal. En el transcurso del estudio, Hofer fue reemplazando cada atributo materno por un sustituto artificial:
- Primero calentó a las crías con una almohadilla eléctrica.
- Luego las alimentó para que tuvieran el estómago lleno,
- Y por último, las raspó con un cepillo, imitando la lengua de la madre al lamerlas.
Descubrió que cada una de sus intervenciones ayudaba a las crías a sobrellevar un aspecto distinto de la angustia de la separación. Alimentarlas contribuía a que su corazón latiera a un ritmo normal, calentarlas les ayudaba a recuperar el nivel de actividad habitual y cepillarlas favorecía la secreción hormonal.
Sin embargo, una única intervención aliviaba todos los síntomas a la vez: la reunión con su madre.
A nosotros nos pasa algo muy parecido. Cuando perdemos y nos separamos de la persona a la que amamos, el sistema de apego entra en acción y se activa (igual que le pasa a las crías de rata), y en lo único que podemos pensar es en volver al lado de la persona a la que queremos. Saber que el volver a estar, aunque sea un breve momento, con ella puede librarnos de tanto dolor en una milésima de segundo se convierte en una tentación a la que cuesta mucho no sucumbir. Nada ni nadie puede aliviar el sufrimiento como lo haría compartir un momento con esa persona.
Seguramente, en un momento de lucidez, de decir "no aguanto más" has tenido la capacidad de dejar la relación, o quizá ha sido a ti a quien te han dejado, pero una vez ha ocurrido eso te asaltan las dudas sobre si ha sido la decisión acertada, es algo muy doloroso dejar o perder a la persona que amas. Por muy mal que lo pasases junto a esa persona, cortar el vínculo que te une a ella, cortar el vínculo de apego o que te lo corten, es un trago aún más doloroso. Por algo tan sencillo como esto a muchas personas les cuesta horrores llevar a la práctica su intención de romper aun sabiendo que deben de terminar con esa relación. Lo intentan una y otra vez, pero vuelven a caer.
Y todavía es aún más complicado para las personas con un estilo de apego ansioso, para ellas, superar algo así no depende de si mismos. Solo cuando todas y cada una de las células de su cuerpo hayan llegado al convencimiento de que es imposible recuperar a su pareja, solo entonces, serán capaces de desactivar su sistema y seguir con su vida. Y esto solo lo consigue el tiempo.
En esto consiste un sistema de apego activado, y debes de aprender a no confundirlo con el amor sano, el amor es alegría, es seguridad, no ansiedad y tristeza.
No te has de sentir culpable por estar pasándolo mal, ya sabemos y hemos visto que tu dolor es real. Es posible que amigos o familiares te empiecen a decir que no te compadezcas, que olvides de una vez a tu ex, que no valía la pena, pero si sientes dolor no tienes porque reprimirlo. Más bien todo lo contrario, imagina que tuvieses una enfermedad pasajera que te provoca grandes dolores, deberías cuidarte y mimarte, tanto física como emocionalmente, y es lo que debes de hacer para recuperarte lo antes posible.
Contamos con ello, es muy complicado no volver a tener contacto con tu antigua pareja, cierto, y existen muchas posibilidades de que recaigas, pero no has de sentirte un ser débil ni castigarte por ello, ya has visto que luchas contra unas fuerzas muy poderosas. Es importante que tengas una actitud indulgente contigo mismo.
Cuanto peor te encuentres, más atraído te sentirás por volver a la falsa seguridad que te proporcionaba esa relación destructiva en la que estabas. Ten en cuenta que tu sistema de apego se activa con más facilidad cuando uno está cansado o se siente mal consigo mismo, y es el sistema de apego activado, no el amor, lo que te empuja a retomar el contacto con tu expareja.
Cuando estamos atravesando un momento así se nos puede "acusar" de ser dependientes emocionales, nada más lejos de la realidad, pues ya hemos visto que se trata de un sistema de apego activado
Ten presente que, quien no te sabía amar, quien no te proporcionaba alegría, confianza, seguridad, compromiso, no te hará feliz nunca. Encontrar quien sepa quererte de verdad está en tu mano.
4. Desactiva tu sistema de apego
Desactívate, esto es imprescindible!!, te ayudará a superar la ruptura amorosa. Toma el control de la situación. Remángate y ponte a trabajar.
Hazte con una libreta o cuadernillo y:
- Escribe una lista detallando qué es lo que ha ocurrido para qué se haya acabado la relación. Sé sincero con tus emociones y con cómo te encontrabas. Recopila toda la información que puedas que demuestre lo MAL que te hacía sentir, la inseguridad que te provocaba.
- Escribe episodios concretos. Anota las incoherencias entre sus palabras y sus actos, haz una lista. ¿Qué grado de compromiso que tenía esa persona contigo?, ¿Realmente demostraba intención de compartir su vida, su espacio, su tiempo contigo?¿Tenía la capacidad de hacerte realmente feliz?
Respóndete y detalla todo lo que sea posible. Imperfecciones, seguro que tenía muchas que tú pasabas por alto pero tienes que escribir una lista detallada de las mismas, esto es muy importante porque te permitirá verlo con otros ojos. Hazlo ahora!
Lo que tienes que lograr es desactivar tu sistema de apego. La forma más eficaz de desactivar un sistema de apego es:
- Ver todos los defectos de la otra persona, centrarte en ellos, y,
- Recordar todo lo mal que te trató o lo mal que te hizo sentir.
Debes de tener tu libreta o cuadernillo siempre a mano para que lo puedas consultar en cualquier momento, sobretodo cuando los buenos recuerdos te vuelvan de nuevo. Tu sistema de apego activado está distorsionando la imagen que generas de esa persona y de la relación que tenías. Si el repaso de tus notas no es suficiente, pídele a alguna de esas personas cercanas a las que le contaste cómo era tu relación de verdad que te de un baño de realidad, esta irá calando poco a poco en ti.
Y recuerda: NO es realmente amor lo que sientes, estás siendo víctima de un sistema de apego activado.
Se optimista!!. La gran mayoría de las personas se recuperan muy bien de los desengaños amorosos y acaban por encontrar pastos más verdes.
5. Cuídate. Llena tus necesidades de apego
Atravesar por una ruptura amorosa es muy duro, lo sabemos, es por ello que te animamos a que lejos de caer en la desidia y el abandono, te cuides, y mucho!.
Tienes que asegurarte que tus necesidades de apego las vas a poder cubrir por otros caminos:
- Pide ayuda, comprensión, y que te escuchen a tu círculo íntimo
- Busca distracciones de ocio y otro tipo de actividades como pueden ser apuntarte a talleres, masajes ...,
- Procura que lo que hagas sea acompañado o en grupo, que no tengas que estar solo.
- Haz ejercicio, aunque sea da buenos paseos conversando con alguien.
- Come bien y sano.
Cuídate. Y ojo!! cuidarte no es adelgazar para gustarle más a esa persona con la que has roto (es más, hay muchísima gente que no es delgada y está sana y es muy feliz), o apuntarte al gimnasio para ponerte cachas anhelando que con eso la enamorarás de nuevo, te tienes que cuidar por ti!!, no para intentar recuperar el amor perdido. Todo lo que hagas es por y para TI, para sentirte bien contigo mism@ y mantener el sistema de apego en bajo nivel de activación.
Cuanto más te cuides y más en calma tengas tu sistema de apego, cuanto mejor te encuentres a nivel físico y emocional, menos dolorosa se te hará la separación.
No dudes en pedir ayuda, mimos, o atención a tu círculo de gente más cercana siempre que lo necesites. Tienes que estar preparado para una vez que pases esto. Seguro que aparecerá con el tiempo la persona que vea la joya que eres tú.