Es muy importante que sepas que al actuar así estarás dejando de lado a tu verdadero yo para ofrecer una imagen fuerte y autosuficiente, y sin duda esos libros y blogs ofrecen consejos que llevan razón, ese tipo de actitud te reportará atractivo. Lo que no mencionan, porque no conocen la ciencia del apego, es que esta actitud te hará más interesante a ojos de un tipo de pareja evasivo-evitativo-huidizo, justo de lo que tú debes huir. ¿Por qué? porque, en esencia, te incitan a ignorar tus necesidades dejando que la otra persona decida el grado de proximidad o de distancia de la relación.
La parte evasiva-evitativa se hará con la parte del pastel y se la comerá, por así decirlo, disfrutará de la emoción y de la intimidad que dos personas proyectan de forma natural cuando están juntas, sin tener que considerar tus necesidades de intimidad y apego el resto del tiempo. Al convertirte en alguien que no eres, permites que el otro esté contigo en sus propios términos, que vaya y venga cuando le plazca.
Este tipo de comportamiento acarrea además un problema adicional, la mentira acabará por volverse contra ti a largo plazo. En primer lugar, tu pareja evasiva terminará por desenmascararte (se les da muy bien atrapar a los individuos que pretenden restringir su autonomía). En segundo lugar, antes o después acabarás pensando que ha llegado la hora de mostrar tus cartas. Al fin y al cabo, lo que de verdad ansías es disfrutar de cierto grado de intimidad, pasar mucho tiempo de calidad junto a tu pareja, ser capaz de bajar la guardia. Sin embargo, cuando lo hagas, te encontrarás con que tu pareja evasiva se enfría de repente y empieza a desvincularse.
En cualquiera de los casos, saldrás perdiendo, porque habrás atraído al tipo de persona que menos te conviene.