Quedarte sin perderte

Un recorrido breve para notar si sigues en esta relación con todo tu cuerpo o solo con lo que espera.
No busques respuestas.
Mira qué haces cuando duele.
No es para culparte ni para romper.
Es para verte sin disfraz.
Entra.
No para entender.
Para decidir qué haces con lo que aún sostienes.
Si ya has estado en este cruce
Ya hablaste.
Ya te viste.
Ya no estás en el mismo lugar.
Ahora puedes elegir:
seguir mirando…
o cerrar aquí.
No todo lo que lees termina en ti ↓
Copiar enlaceDecisiones no tomadas
Un canal por email sobre el peso de decidir,
de no decidir, y de actuar desde el miedo o desde la valentía.
Saber más →
Formas de moverse
Dos tramos. Según dónde estés.
> TRES SEMANAS DE PRESENCIA → cuando estás atrapado y necesitas decidir.
> SEGUIR EN PIE → cuando estás cayendo y necesitas no romperte.
→ Si ya nos conocemos. Sesiones. Lo que ya existe no empieza de cero.
Sobre este lugar
→ Quién soy
(No es una empresa. Hay una persona detrás. Aquí puedes ver quién.)
→ Contactar por WhatsApp (+34 659 88 12 63) / Email (voz@apegosposibles.com)
(Si no lo tienes claro, puedes escribir directo. No hay robots.)
→ Fuera del Mapa
(Si quieres entender mejor desde dónde se concibe Apegos Posibles.)
Territorios
Decisiones no tomadas
Un canal por email
sobre decisiones que no se toman cuando toca.
→ Apuntarse al canal
Otros contenidos
→ Terapia de pareja online
Posibles. Calle de las Higueras, 6. 28770. Colmenar Viejo. Madrid
¿Desde dónde estás actuando en tu relación?
No es lo que sientes.
Es lo que haces cuando eso que sientes te desborda.
Ahí no se ve el amor.
Ahí se ve el miedo.
O la verdad.
🔘 Prefiero no mover nada. Por si pierdo al otro.
Callo para que no se rompa.
Cedo para que no se asuste.
Finjo calma para que no se vaya.
Pero en el fondo lo sé:
me estoy borrando un poco cada vez.
Y ya no sé si quien sigue aquí soy yo o mi miedo.
🔘 Necesito poner mi verdad. Aunque tiemble.
No quiero seguir fingiendo serenidad.
No quiero adaptarme para sostener lo que ya no sostiene.
Voy a decir lo que necesito.
Lo que no me vale.
Lo que me parte.
Y si eso lo aleja, que sea así.
Porque si tengo que esconderme para quedarme, ya no estoy.
Has elegido seguir sin moverte
No haces nada.
No hablas.
No rompes.
No nombras lo que duele.
El silencio también elige.
🔘 Me basta con lo poco que me da
Todavía espero.
Me aferro a cualquier gesto.
Una palabra, un mensaje, un mínimo.
Me convenzo de que eso es amor.
De que lo frío pasará.
De que entenderá lo que no digo.
Pero en el fondo lo sé:
me conformo con migajas para no mirar el vacío.
🔘 No espero nada. Pero sigo aquí
Ya no creo que cambie.
Ni que entienda.
Ni que vuelva lo que hubo.
Pero tampoco salgo.
Me quedo en una rutina sin aire,
repitiendo gestos vacíos
solo para no oír el silencio.
Cada día me apago un poco más,
como si rendirme doliera menos que moverme.
Has elegido mostrarte con verdad
Has dicho lo que necesitas.
Has nombrado lo que no puedes seguir tragando.
No lo hiciste para controlar.
Lo hiciste para dejar de desaparecer.
Y ahora, la respuesta no depende de ti.
🔘 Quiero saber si la otra persona también está
No pido perfección.
Pido presencia.
Un gesto claro.
Que se note que esto importa.
Y el otro responde.
No con promesas.
Con hechos.
Pequeños. Torpes. Reales.
Algo se mueve.
🔘 Si no hay una respuesta concreta, no me sirve
No quiero discursos.
Ni “ya lo pensaré”.
Ni otra promesa sin acto.
Quiero saber si esta persona
va a cuidar esto
o solo va a aguantar hasta que me canse yo.
Si no lo cuida, si se esconde o lo minimiza,
entonces me voy.
Con cuerpo.
Con respeto.
Y sin volver la verdad súplica.
Me adapto → me apago
Has aguantado.
Has cuidado.
Has cedido.
Has llamado paciencia a lo que era miedo.
Y un día lo notas:
nadie te ha dejado,
pero tú ya no estás.
No te fuiste.
Te fuiste borrando.
Un gesto.
Una cesión.
Una verdad que no dijiste.
Ahora no sabes si la relación sigue.
Solo sabes que tú ya no sigues igual.
✧ Esperar sin estar es irte por dentro.
La vida no decide por ti.
El otro no decide por ti.
Tú decides.
¿Vas a mostrarte esta vez con todo lo que eres?
¿O Vas a volver a esconderte?
Voy a mostrarme
Has dejado de fingir calma.
Ya no puedes seguir igual.
Vuelve al cruce.
Desde ahí podrás decidir sin esconderte.
Me quedo en mi escondite
Prefieres no mover nada.
Está bien.
Pero al salir, recuerda:
quien no elige también decide.
Me adapto → me dejan
No hablaste.
No pediste.
No te mostraste.
Y un día, sin ruido, se fue.
Sin pelea o con ella.
Sin explicación.
Solo silencio donde tú seguías sin moverte.
No fue traición.
Fue el final de tu inacción.
Tu conformismo cavó la salida.
✧ No puedes salvar lo que no se muestra.
Has elegido esconderte.
Y al hacerlo, también eliges salir.
🚪 Cruza la puerta despacio.
No es castigo.
No es rabia.
Es cuerpo que por fin se mueve,
aunque no lo hubieras planeado.
No te expliques.
No mires.
Solo sal.
Me muestro → me eligen
No sabías qué iba a pasar.
Pero hablaste.
No gritaste.
No exigiste.
Nombraste lo que necesitabas.
Y el otro no huyó.
Te miró.
Se quedó.
No dijo “sí” con palabras.
Lo dijo con gestos.
Torpes. Reales. Suficientes.
Algo se movió.
No perfecto.
Pero cierto.
✧ Cuando apareces de verdad, el otro solo tiene dos opciones:
huir…
o quedarse contigo.
Has elegido mostrarte.
Y por eso ahora puedes volver,
no al inicio,
sino al mismo cruce desde otro lugar.
Me muestro → me niegan
Nombraste tu verdad.
No era un ultimátum.
Era lo que sentías.
El otro esquivó.
Cambió de tema.
Prometió sin moverse.
Y lo viste claro:
no te odia,
pero no está.
No puede cuidar lo que tú sí cuidas.
Ya no hay nada que entender.
Ni que esperar.
Solo irte.
✧ No se rompió por tu verdad.
Se rompió porque no aguantaba una verdad real.
🚶♂️ Da un paso y no mires atrás
No es castigo. No es rabia. Es cuerpo en movimiento.
No te expliques. No mires.
Solo sal.
