Cuáles son los problemas de pareja más comunes
Tendemos a creer que las parejas que gozan de una buena relación casi no se pelean, y eso no es cierto.
Igualmente, parece que si dos personas coinciden en la mayoría de los aspectos importantes no deberían de discutir. Se alcanza el extremo de deducir que la diferencias de criterios son las "pruebas" de que la relación no puede funcionar.
Pues bien, la teoría del apego revela que tales conjeturas no tienen sentido: TODAS las parejas, incluso las de estilo de apego seguro, incluso las que parecen perfectas, discuten. En TODAS existen problemas de pareja.
Lo que genera mal estar en las parejas y hace que merme su felicidad en la relación no es el número de veces que discuten. Es menos importante la frecuencia de las discusiones de pareja que la forma de afrontar los conflictos y cuál es la causa de estos.
Las investigaciones sobre los apegos en adultos han revelado que las disputas, bien asumidas, entre parejas invitan a crear ocasiones para unirse y fortalecer la relación.
Tipos de problemas de pareja
Existen dos grandes grupos de conflictos de pareja en función de su causa:
Conflictos provocados por lo cotidiano
Son problemas asociados a la convivencia o pasar tiempo junto a otra persona. Estos problemas, bien gestionados, son una oportunidad para fortalecer la relación.
- "Prefiero aire acondicionado para dormir, pero a ti no te gusta",
- "Me gustaría que nos quedásemos en casa tranquilos, y tú que salgamos a cenar por ahí",
- "Saca la basura que siempre lo hago yo"
- "Prefiero ver la película de cine clásico por una vez, me cansa la serie de zombies que a ti te gusta",
- "Has vuelto a hacer mal la compra"
Son disputas lógicas implícitas en la convivencia, son mucho más fáciles de afrontar y negociar ya que no afectan al grado de intimidad ni a los cimientos de la relación. Suponen una oportunidad para negociar y estrechar vínculos si se dirigen adecuadamente. Estos problemas de pareja son sencillos de solucionar.
Conflictos que afectan al grado de compromiso
Son provocados por las diferentes formas de amar, son mucho más complejos de resolver y superar, es más, a menudo son irresolubles.
- "Quiero pasar más tiempo contigo y tú no me quieres ver"
- "¿Por qué no quieres que vivamos juntos?"
Si tú deseas iniciar una convivencia con tu pareja y la otra persona no, estamos ante un conflicto que afecta al grado de compromiso y por tanto va a resultar muy difícil de negociar. La teoría del apego en adultos nos enseña que no todos tenemos las mismas necesidades emocionales a la hora de relacionarnos en pareja, por eso son mucho más difíciles de solucionar las que afectan al grado de intimidad y compromiso, es más, muchas veces se trata de problemas de pareja irresolubles en los que una de las dos partes acaba haciendo todas las concesiones.
Problemas de pareja provocados por lo cotidiano
Los conflictos de pareja originados por la convivencia acostumbran a estar exentos de problemas de intimidad, este tipo de discusiones son las que inevitablemente surgen cuando dos personas comparten la vida cotidiana: qué canal vemos en la televisión, a qué temperatura ponemos el aire acondicionado, si pasamos el día con tus padres o con los míos, no me ayudas en la limpieza de la casa, yo aporto más dinero, etc.
Ejemplo de problema de pareja originado en lo cotidiano
En realidad ese tipo de desacuerdos son positivos porque nos obligan a tener en cuenta a la otra persona y nos enseñan a negociar. Al contrario que los problemas de compromiso, que muchas veces son irresolubles y a menudo solo se resuelven cuando un miembro de la pareja hace todas las concesiones.
Las parejas que dialogan, no dejan que se acumulen sus problemas cotidianos entre ellos y no esperan que se resuelvan solos los malentendidos, consiguen reforzar continuamente sus lazos y confianza.
Problemas de pareja que afectan al grado de compromiso
Los conflictos que afectan a lo más profundo de una relación de pareja, y que acostumbran a debilitar enormemente a esta, son los que surgen cuando las necesidades de intimidad y el grado de compromiso entre ambos componentes son antagónicas y opuestas. Este choque de estilos de apego se aprecia siempre ente el ansioso y el evasivo.
Cuando esto ocurre, por mucho que se amen y se quieran, esas dos personas tendrán grandísimas dificultades para alcanzar un equilibrio entre las necesidades de cada uno. La gran necesidad de cercanía del ansioso y la necesidad de independencia del evasivo les hará chocar una y otra vez y el conflicto se extenderá a todos los espacios de su vida en pareja.
Es por ello que es precisamente en estos casos cuando más necesario se hace recurrir a la comunicación eficiente.
Ejemplo de problema de pareja que afecta al grado de compromiso e intimidad
Recordemos los tres tipos de apego:
- Seguro: cuando una persona se muestra clara y congruente tanto en sus planteamientos como en las acciones. No se siente amenazada ante el aumento de intimidad.
- Ansioso o ambivalente: persona que dentro de una relación de pareja se muestra en ocasiones especialmente impaciente, en un estado de anhelo inminente de obtener respuesta y atención de su pareja y si no la obtiene casi de inmediato le intranquiliza.
- Evasivo o evitativo: persona que requiere mayor grado de autonomía y separación dentro de una relación sentimental, evitando un alto grado de nivel de compromiso frente a los planteamientos que sistemáticamente le plantea su pareja.
No todas las personas tenemos las mismas necesidades de intimidad y compromiso cuando estamos implicadas en una relación sentimental. Estas necesidades dependen de nuestro estilo de apego, y no las debemos juzgar como buenas o malas, simplemente son las que son.
Por ejemplo, si tu estilo de apego es ansioso o tiende a ello, significa que requieres mayor presencia y muestras de seguridad de tu pareja. Por el contrario, si tu estilo de apego resulta ser evasivo, es porque precisas mayor distancia y autonomía, ya sea física o emocional.
Existe un tipo de conflicto de pareja provocado por la unión de estilos de apego diferentes y que afecta claramente al grado de compromiso, es LA TRAMPA ANSIOSO-EVASIVA
Las parejas compuestas por una persona de estilo de apego ansioso o ambivalente y otra de estilo de apego evasivo o evitativo acostumbran a embarcarse en una rueda sin fin, cuando el evasivo se muestra accesible el ansioso está exultante, y transmite su deseo de aumento de proximidad, de intimidad y compromiso, entonces el evasivo, ante la amenaza que le supone a lo que él considera su autonomía, reacciona alejándose de nuevo. Pero a una distancia segura, el evasivo, al no sentirse amenazado porque le pidan un aumento de intimidad, echa de menos a su pareja y vuelve!!, iniciándose así de nuevo una y otra vez el círculo infinito en el que consiste la trampa de las relaciones ansioso evasivas, el conflicto de pareja que siempre está presente entre ellos.
Este tipo de conflictos, por mucho que se amen las dos personas, acostumbran a ser irresolubles.
Aún tienes una oportunidad. En este sentido, para ser felices en pareja y resolver problemas, sentirse en un estado de equilibrio y seguridad compartida, se hace necesario encontrar el modo de expresar nuestras necesidades de apego con claridad, sin caer en el ataque, los reproches o ponernos a la defensiva, y es aquí cuando debemos recurrir a la comunicación eficiente.
¿Te planteas dejar a tu pareja?
¿Llegaron las cosas demasiado lejos?